Por Darío Guardado (Periodista de Agrotips)
Con el fin de encontrar
herramientas, apoyo político y compromiso del sector privado, con el objetivo de desarrollar
definitivamente la Hidrovía Paraguay-Paraná en las provincias del norte del país, se llevó
adelante semanas atrás en Barranqueras, Chaco, el seminario “Pensar la Hidrovía del Futuro”. El
evento fue organizado por la Federación de Comercio e Industria de Buenos Aires (FECOBA), junto
a Globalports y contó con el auspicio de la reconocida empresa de dragado Jan de Nul.
La
presencia política fue clave en el evento para dejar bien en claro la necesidad e importancia de
potenciar al máximo puertos como el de Barranqueras para el transporte fluvial, que tiene alto
impacto sobre los sectores productivos en esta región del país. Por eso, el Gobernador de Chaco,
Domingo Peppo, participó de la inauguración, lo cual fue visto como una señal de apoyo al
sector. Se especula que el próximo mandatario provincial electo, Jorge “Coqui” Capitanich
también siga en la misma línea que su antecesor.
Sin dudas, el eje central del seminario
estuvo dirigido a la necesidad de avanzar en la ampliación y mayor profundización de ésta
verdadera arteria fluvial que es la hidrovía. Haber elegido como sede el puerto de Barranqueras
no fue casual, ya que en el sector saben de la relevancia que tiene ésta terminal para sacar la
producción del agro y otros sectores industriales desde el norte hacia los fábricas y puertos
del Gran Rosario, y en definitiva a través del Océano Atlántico a los mercados del mundo que
compran nuestros alimentos. Si bien se han hecho mejoras en Barranqueras, aún es clave aumentar
el calado para que en el futuro puedan ingresar barcazas más grandes o incluso buques de mayor
porte. Esta realidad se hace más visible en momentos de fuerte bajante del río como ocurre desde
hace meses atrás, debido a las escasas lluvias registradas en la región durante el transcurso
del año.
Una de las principales discusiones que se plantearon en el seminario tuvieron
vinculación con la necesidad de incluir al puerto de Barranqueras en lo que será la nueva
licitación de la Hidrovía Paraguay-Paraná, más allá de las terminales del Gran Rosario.
Justamente, fue el saliente Gobernador de Chaco, Domingo Peppo, quién se puso al frente de ese
reclamo: “es muy importante contar con este taller en el que participan figuras nacionales y
operadores. Planteamos que la hidrovía tenga una concepción integral y llegue hasta el norte,
porque se están definiendo los pliegos de las licitaciones de mantenimiento y hay toda una
concepción de hacerlo hasta Rosario, pero queremos que ésto también llegue hasta nuestros
puertos”.
El mandatario provincial aseguró que es clave que el puerto de Barranqueras se
fortalezca como centro logístico al servicio de la región. En ese sentido, destacó la necesidad
de profundizar el río Paraná en esta zona: “pero no hay puerto si no hay agua”.
Una
mayor profundidad del río en el norte del país facilitará la salida de más volumen de
producción, soja y algodón principalmente, en beneficio de los productores agropecuarios que
verán incrementar su renta al aumentar la competitividad del flete hidroviario, tal vez el más
eficiente del mundo por sobre el ferrocarril y el camión.
Para Pieter Jan de Nul, Country
Manager de Jan de Nul Group para Argentina, Paraguay y Uruguay, compañía belga que opera en
nuestro país desde hace 25 años, es imperioso que se avance en la profundización de la hidrovía,
en especial desde Rosario hacia el norte del país. Para el empresario estas obras se traducirán
en mayor beneficio económico para los productores agrícolas por el menor costo que representa el
flete fluvial para transportar la cosecha.
La Hidrovía Paraguay-Paraná es la vía fluvial
por donde salen al mundo el 80 por ciento de las exportaciones agroindustriales de Argentina, y
representa el corredor principal de entrada y salida de la actividad económica de amplias
regiones de Paraguay, Brasil y Bolivia.
Como lo venimos remarcando en notas anteriores,
los sectores productivos, especialmente el campo y la agroindustria, son los más perjudicados
con la demora en las obras de dragado y profundización de la hidrovía. Y obviamente, esto
impacta de forma directa en las necesidades que tiene el país para estabilizar su economía y
empezar a crecer, porque hoy más que nunca depende del ingreso de divisas que genera el agro.
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