Un estudio de una universidad estadounidense le puso cifras a la estabilidad emocional de las personas.
“El dinero no es todo pero cómo ayuda”, dice uno de los temas clásicos de la música argentina y la frase a veces resulta de lo más certera. Y es que si bien a lo largo de los años desde diferentes esferas se sostuvo uno y otra vez que el alcance de la felicidad poco tiene que ver con lo material, ahora un estudio dice que la cosa no es tan así.
De acuerdo con la Universidad Purdue de Estados Unidos, la felicidad sí tiene un precio y varía de continente a continente, según publica Infobae.
Los especialistas de la casa de altos estudios tuvieron en cuenta datos de Gallup World Poll, una encuesta realizada a más de 1,7 millones de personas de 164 países diferentes, para llegar a esta conclusión. Analizaron el costo de vida de cada región y estimaron que en promedio, una persona para ser feliz en América Latina debe ganar 35 mil dólares por año.
"Puede aparecer la insatisfacción material o tender a comparaciones con estratos superiores en los que sale perdiendo. Cuanto más se tiene, más se aumenta el nivel de vida, acostumbrándose uno a un nivel de vida que obliga a mantener el nivel de ingresos", describe el documento e insiste en que las cifras varían según el lugar.
Es que cada país requiere un monto diferente para que sus habitantes se sientan plenos. Por ejemplo, en Europa occidental, Norteamérica o al este de Asia el costo de vida es mucho más exigente, es decir, la gente necesita más plata para alcanzar su estabilidad emocional.
En América Latina la situación es otra: en promedio cada individuo necesita 35 mil dólares. Y en lugares como Australia o Nueva Zelanda, 125 mil dólares anuales.
En cuanto a diferencias entre hombres y mujeres, a nivel mundial, es más "barato" que los hombres estén contentos con sus vidas: tienen un promedio de 89 mil dólares por año, mientras que el de las mujeres es de 99 mil.