Los tiempos cambian. Las formas también. Entre la llegada de internet y la de los millennials, la generación que parece no querer acatar las reglas tradicionales, las empresas y los emprendedores buscan nuevos espacios para amoldarse y seguir vigentes.
Los espacios compartidos de trabajo son una muestra de esta tendencia. En el país, cada vez más gente apuesta por ellos: el número creció de 38 en 2014 a 87 en diciembre de 2016, según la encuesta anual de El plan C, un sitio especializado en “economía colaborativa”, según publica el diario Clarín.
En breve, llegará a Buenos Aires la empresa estadounidense WeWork, que se instalará en la Torre Bellini de Retiro. Entonces, todo crecerá aún más: se sumarán 12.000 metros cuadrados y 2.000 escritorios disponibles a los 14.000 metros cuadrados y 3.000 escritorios ya existentes.
El fenómeno es mundial: internacionalmente, la industria creció un 62% en el último año, según informa Andy Freire, ministro de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad. “Hoy no hay un marco legal particular que identifique a los espacios de trabajo colaborativo. Al crear una figura específica, estos espacios contarán con una dirección legal”, explica Freire.
¿Cuáles son las características del coworking? Estos espacios ofrecen distintas modalidades de contratación a cuentapropistas, empresas o emprendedores. “Pueden ser membresías mensuales, pases semanales, pases diarios o, incluso, por algunas horas”, asegura Marcela Basch, editora de El plan C.
De acuerdo al relevamiento que hicieron desde el sitio, más del 90% de estos espacios son emprendimientos privados o dependen de empresas. El resto, responden a ONG, universidades u organismos públicos.
Además, de ahora en más, nueve de cada diez espacios se espera sean ocupados por emprendedores, aunque también cuentapropistas, pymes, trabajadores nómades y estudiantes.
“Los costos de las membresías o pases pueden variar mucho, no sólo por el tiempo de ocupación que ofrecen, sino también por los llamados amenities y las actividades que organizan para sus miembros. Así, los abonos básicos varían en un rango que va de $500 a $5.000”, explica la nota.